Con mucha cautela lograron hallar la entrada principal de aquel edificio, conformada por dos puertas de madera cerradas de par en par. Y aunque parecía lo suficientemente asegurada por dentro, Justin intentó dar dos golpes sobre ambas puertas, jodiéndose el hombro derecho. En el tercer intento, una de ambas puertas pareció empezar a quebrarse. Y con un golpe más, logró romperse por completo.
Los tres chicos prepararon sus armas sobre el hombro. Dentro el ambiente era lúgubre. Había pasadizos por cada esquina, una escalera de caracol que daba hasta el último piso y un ascensor inoperativo. Al mismo tiempo, un hedor nauseabundo se abrió en el ambiente. Una rata pasó entre los pies de los tres, mezclándose luego con la basura amontonada en una de las esquinas.
- Este lugar es una mierda. – protestó Chaz en voz baja, colocándose el brazo libre sobre la nariz.
La mirada de Travis iba en dirección a los pisos superiores. Por un momento llegó a dudar si ____________ realmente podía encontrarse ahí, parecía tan improbable, la condición del edificio era pésima. Pero antes de que pudiera preguntarle a Justin si realmente había acertado en el paradero de _______, dos disparos arremetieron contra la fría pared que tenía al costado, rozándole el rostro.
Joder…
Justin levantó la mirada. Las balas venían de arriba. Se tensó al intentar mirar en la segunda planta y no encontrar nada.
- Están escondidos. – susurró solo para los oídos de Chaz y Travis.
Cuando Travis estuvo a punto de decir un comentario al respecto, tres balas vinieron seguidas directamente hacia su rostro. Tuvo que agacharse.
- Mierda. – protestó Travis. El corazón le latía fuerte. Pero aquello solo había sido el comienzo. Un silencio grande y denso se abrió en medio del ambiente, y segundos después, el lugar se vio invadido de disparos.
Por todas partes. Justin tuvo que rodar sobre el suelo para cubrirse de uno de ellos. Observó a Chaz correr y protegerse tras una pared deteriorada, mientras Travis hacía lo mismo. Otro silencio fúnebre volvió a invadir el lugar. Entre señas bien diseñadas, Justin logró que Chaz y Travis lograran preparar sus armas para lo siguiente que vendría.
No podía quedarse con los brazos cruzados.
Escondido entre uno de los pasillos, Justin sacó la cabeza, logrando divisar a un hombre vestido de negro proveniente del segundo piso. Tragó saliva al observar que este le hacía señas a un tipo que se encontraba a su costado. Dio un suspiro, pegando su cuerpo contra la pared y rozando el gatillo con suavidad.
Sin pensarlo demasiado, apretó el gatillo del arma y disparó tres veces hacia el segundo piso. Con agilidad, el cuerpo de Justin rodó sobre el suelo hasta llegar al lugar en el que Travis se refugiaba.
- ¡Joder! – gritó un hombre en el segundo piso.
Travis logró levantar la cabeza.
- Le has disparado. – le dijo a Justin, volviendo a su lugar. Este endureció los pómulos, recargando su bonita arma de fuego otra vez.
- Queda uno. – exclamó Justin, dispuesto a volver a salir de aquel refugio para disparar de nuevo. Pero antes de que pudiera completar su idea, un disparo se escuchó en medio del silencio.
Chaz rodaba sobre el suelo, llegando hasta donde Justin y Travis se encontraban. En medio de jadeos, les brindó una sonrisa.
- Le disparé. – dijo con el rostro iluminado. – He extrañado hacer esto.
Travis no pudo evitar revolverle el cabello, sonriéndole también. Y Justin tampoco pudo resistir una sonrisa leve. Sin decir un comentario más, los tres chicos salieron del improvisado refugio, para observar en todas las direcciones. No parecía haber nadie más en ese entonces. Había mucho silencio, y aquello no demostraba nada exactamente.
- Necesito irme. – dijo Justin, colocándose el arma sobre el hombro. – Necesito buscar a __________.
- ¿Piensas subir tú solo? – le preguntó Travis.
- No será difícil.
- Este lugar está infesto de esos hijos de puta. – protestó Chaz, cargando su arma.
- Si algo sucede, lo manejaré. – Justin endureció los pómulos. Sus ojos se vieron inmersos de ira al sentir la razón por la cual quería encontrar a __________ solo. Y es que quería matar a Max Nichols sin ayuda de nadie. Con la mirada concentrada en los pisos superiores, Chaz y Travis supieron que sería totalmente difícil convencer a Justin de quedarse. Era tan jodidamente terco.
Le vieron caminar decidido hacia la escalera.
- Ten cuidado. – Travis alzó la voz, sin siquiera mirar a Justin mientras lo decía. No quería demostrar algún tipo de sentimiento estúpido por él. Pero no podía evitar demostrar que en serio le preocupaba que caminara solo por aquellos pasadizos en donde seguramente correría mucha sangre.
Justin sonrió a medias, subiendo por las escaleras abandonas.
- Hace falta el ejército de Estados unidos para acabar con ese hijo de puta. – comentó Chaz, solo para los oídos de Travis. No parecía preocuparse en lo absoluto al ver a Justin desapareciendo en los pisos superiores.
Una vez yéndose, Chaz volvió a hablar:
- Quiero recorrer el lugar.
- Te van a disparar los huevos, Chaz. Déjalo así.
- Que lo hagan. – él levantó los hombros. – Hace tiempo no vivía algo como esto.
Travis soltó aire por la nariz, sonriendo. Pensaba lo mismo. La adrenalina le hacía bastante falta.
- ¿Por qué Justin puede divertirse… y nosotros… - Chaz se detuvo. - ¿Qué estás mirando? – se puso de espaldas a Travis y observó claramente por qué su amigo se encontraba tragando saliva y con los puños apretados. Oh… mierda.
Cinco hombres estaban justo delante de ellos. Tenían la misma pinta que los anteriores y estaban armados hasta los dientes. Ninguna facción nacía de ellos. Simplemente era como si hubieran llegado a ese lugar para matar, similares a máquinas mortales.
Chaz tragó saliva.
- A esto me refería.
+++
Había recorrido ya el segundo piso y ahora mismo subía de par en par los peldaños de la escalera hacia el tercer piso. El corazón le latía con fuerza y tuvo que detenerse en seco al escuchar disparos en la primera planta.
Demonios.
Supo que una inmensa guerra de fuego se había formado ahí abajo. Pero no podía regresar. Dentro de sí sabía que Travis y Chaz estaba suficientemente preparados para enfrentarse a lo que sea. Y también… podía sentir que el paradero de su chica estaba bastante cerca de él. No podía detenerse ahora que había logrado escalar dos pisos y nadie había sentido su presencia.
Girando en la esquina, en busca de alguna señal de ____________, observó a un hombre de la misma talla que él, caminando por el pasillo siguiente. Se escondió, apretando la Glock entre sus manos. Esperó a que ese tipo caminara un poco más hacia él, para que cuando pudiera pasar por su costado, le pudiera disparar sin problemas.
Y así lo hizo.
Dos disparos fueron a parar sobre el pecho y abdomen de aquel hombre. Sangre a borbotones salía de su cuerpo, ocasionando un gran charco sobre el suelo. Intentó moverse, pero se encontró muerto casi después de cinco segundos.
En medio de varios jadeos llenos de adrenalina, Justin siguió su camino hacia el último piso, el número cuatro.
+++
Ella logró dar un salto, cayendo de rodillas sobre el suelo. Quiso llorar pero las lágrimas no le salían. Había encontrado una puerta trasera en medio del bosque, y ahora se encontraba dentro del edificio en donde sabía que su padre se encontraba.
Era una habitación oscura que de inmediato le causó temor. Pero allá afuera definitivamente todo estaba peor. Y tenía algo importante que mostrarle a Justin. Ya estaba ahí… y no podía regresar.
Inspeccionando a pasos pequeños, Elisabeth abrió con temor la puerta de la habitación, donde una escalera encerrada en cuatro paredes parecía poder llevarla a pisos superiores. El ducto estaba decorado con varios candelabros que parecían haber sido instalados ahí recientemente.
Ella subió despacio. Cogiéndose del suelo y arrastrando la muñeca que contaba los minutos hacia atrás, proporcionándole menos tiempo para llegar hasta su padre. Menos tiempo para vivir.
+++
Cuando Chaz y Travis empezaban a preparase para lo que vendría a ser una guerra infernal de disparos, alguien disparó continuamente detrás de los cinco hombres que tenían al frente.
Las balas salían continuas. Frías. Directas. El sonido era ensordecedor. Chaz y Travis se tumbaron sobre el suelo, cubriendo sus oídos y percibiendo como los hombres caían uno por uno sobre el suelo, derramando hasta la última gota de sangre. Y no quedaba nada. Después de ellos no quedaba nada, más que una mujer que portaba armas hasta en las piernas y tenía fusiles en ambas manos.
El rostro de Travis empalideció.
- Dios mío… ____________.
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El piso número cuatro estaba igual de desolado que los anteriores. Pero este causaba en Justin una sensación atemorizante que no podía explicar. De todas formas, este era el último piso del edificio. Si ella no estaba aquí, es porque probablemente no estaba en ninguna parte.
Avanzó paso a paso, con el arma a disposición, apuntando en el aire. Tenía un mal presentimiento. Un muy mal presentimiento. Pero aquello no le impidió avanzar.
La infinidad de habitaciones se encontraba cerrada por dentro y no podía acceder a ellas, pero aquello no le haría falta. Apoyó su oído sobre todas las puerta que encontraba. Y en ninguna pudo encontrar algo, a excepción de la última puerta del pasillo.
+++
Elisabeth jadeaba. Demasiados escalones. Sin embargo, su temor a la oscuridad hizo que siguiera su camino hacia el último peldaño de aquella escalera secreta. Le quedaba tan poco.
Subió, demorándose unos minutos más, hasta poder llegar al final de su recorrido. Con las palmas de la mano cubiertas de polvo, cogió la manija de la puerta que se extendía ante ella y la abrió.
Un hombre fumaba dentro de la habitación a la cual Elisabeth había llegado a dar. Un hombre que de inmediato apuntó con un arma a la niña al ver que estaba había llegado mediante un camino que solo él conocía. Pero al verla, al ver a Eli… Max Nichols bajó el arma de fuego y la tiró sobre el suelo.
Esto estaba mejor de lo que había planeado.
+++
- ¡¿Qué ha sido eso?! – gritó Chaz, mirando a __________ lleno de sorpresa.
Lucía tan diferente. Se había abrochado cinturones especiales en ambos muslos, donde guardaba dos armas de fuego. Tenía además un canguro que colgaba en sus caderas, donde rebosaban municiones, sin contar con los dos fusiles del tamaño de su brazo, que tenía en ambas manos. Con una cola de caballo y una sonrisa en los labios, ___________ se tiró sobre Travis.
Él la abrazó con fuerza, mientras cerraba los ojos y le acariciaba la espalda suavemente. No pudo evitar soltar un gemido. La tenía ahí. La tenía con él. Estaba a salvo. Estaba viva. Nunca había sentido algo que le hiciera sentir mucho mejor que eso. Era como si su mundo hubiera vuelto a aparecer. Como si hubiera vuelto a respirar.
- Joder, nena… no puedo creer que estés aquí… - le dijo abrazándole con fuerza. Sus ojos se habían cubierto de lágrimas. Cuando ________ se le separó, él rodeó su rostro con las manos. - ¿Estás bien? – le preguntó.
- Sí. No han hecho nada conmigo. – contestó de ella de inmediato.
Llena de felicidad, corrió y abrazó a Chaz de la misma manera. Él solo se quedó ahí. Petrificado. Sin saber cómo reaccionar. Ruborizándose un poco.
- ¿Dónde has conseguido eso? – le preguntó Travis, refiriéndose a las armas que ella tenía por todas partes.
- Larga historia. – resumió ella. - ¿Qué hacen ustedes aquí?
- Justin ha ido a buscarte. – habló Chaz, recuperándose del repentino abrazo de __________.
Ella frunció el ceño.
- ¿Qué? – preguntó, casi inaudible.
- Larga historia. – le imitó Travis. – Ha subido, será mejor que vayamos por él.
Antes de que los tres empezaran a correr escaleras arriba, ____________ detuvo a Travis.
- Dime por favor que Elisabeth no está aquí. – la voz de ___________ denotó desesperación. Pero le desesperó aún más, que Travis no respondiera a su pregunta. Él se limitó a subir las escaleras, y ella, al cabo de unos segundos, hizo lo mismo.
+++
Justin posó su oreja sobre la última puerta. Sonidos diferente se escucharon ahí, a diferencia de las otras habitaciones, sabía que esta sí estaba ocupada por alguien. Así que no lo pensó de nuevo y golpeó fuerte aquella puerta con el pie derecho, haciéndola retumbar. Pero no funcionó. Lo hizo de nuevo, con la misma velocidad y fuerza. Y aquella puerta terminó por caer hacia adentro.
Se quedó sin aliento al observar la escena que veían sus ojos.
Elisabeth estaba en brazos de Max, que la cargaba mientras ambos observaban el horizonte.
Justin tuvo ganas de vomitar. Jamás había sentido tanto odio y repugnancia por alguien. Jamás había sentido tantas ganas de asesinar a alguien como en ese momento sus impulsos le ordenaban. Tenía a su chica, a su hija, en sus brazos, meciéndola y hablándole como si de los mejores amigos se tratasen.
- Oh, mira quien ha llegado. – le dijo Max a Eli, que volteó de inmediato hacia Justin.
- ¡Papi!
+++
Corriendo hacia el segundo piso, un grito desesperado se escuchó tras los tres. ______ se volteó de inmediato al reconocer aquella voz.
Emily corría escaleras arriba, tratando de alcanzarles. Había una expresión de horror y desesperación en su rostro, que ______ pudo descifrar al tenerla cara a cara.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó Travis, casi en gritos.
Ella lloraba y abrazó a ________, cayéndose en sus brazos. _________ tuvo que agarrarla fuerte para evitar que se lastimara.
- Elisabeth… - susurró Emily, con los ojos semi-abiertos. Lucía demasiado cansada. Y es que había estado buscando a Eli por todo aquel inmenso bosque que estaba afuera. – Se… se fue…
+++
- Has llegado justo a tiempo. – Max sonrió hacia Justin, que le miraba con una expresión desairada. Deseaba tanto matarle.
- Quítale las manos de encima. – le ordenó Justin, todavía apuntándole con el arma.
- ¿Por qué no bajas ese juguete? No creo que tu hija quiera ver esto.
- Quítale. Las manos. De encima. – volvió a pedir él, con la voz dura como una roca. Jamás había estado tan cabreado en toda su vida.
- Tranquilo, muchacho. – Max alzó los hombros. – Tu papá está algo exaltado hoy. – le dijo a Eli, que desde que había visto a Justin, había intentado zafarse de Max, pero este la tenía cogida demasiado fuerte.
- Ya estoy aquí. Ahora suéltala.
- He esperado tener frente a frente desde hace mucho tiempo.
Justin ladeó la cabeza.
- ¿Quieres vengarte? – arqueó una ceja y su rostro de inmediato hizo una mueca burlona. - ¿Vengarte porque _________ y tú nunca pudieron tener nada? Eres patético. La misma mierda patética de siempre.
- De siempre… - Max asintió, sintiendo esas palabras en lo más profundo de él.
- Ya me tienes. Suéltala, déjala libre, ella no tiene por qué pagar por todo esto.
- Vale… vale… - Max soltó a Elisabeth, colocándola sobre el suelo. La niña corrió a pasos rápidos hacia su padre. De inmediato le abrazó un pierna, colocándose detrás de él.
- Ahora dime dónde está _____________. – ordenó Justin una vez más.
Max sonrió.
- No lo sé.
- ¡Dime donde está!
- No lo sé… - volvió a decir Max, negando con la cabeza. – Te lo juro… - dijo ahora con una sonrisa en los labios, que hizo que sus palabras sonaran poco creíbles. - ¿Vas a matarme ahora que tienes lo que quieres?
Justin rozó el gatillo con sus dedos.
- ¿Así como mataste a nuestro padre?
Con el cuerpo tenso, Justin frunció el ceño. ¿Pero qué…
- ¿Lo has olvido ya, Justin? – Max levantó la voz, casi en gritos, empezó a moverse de un lado a otro en medio de la habitación, sin perder aquella inmensa sonrisa perversa. – Soy un maldito esquizofrénico. – sonrió plácidamente. Justin tragó saliva. – ¿Acaso me has olvidado? – la mirada de Justin se perdió en medio de muchísimos recuerdos. No… No… ¡No! - ¿Has olvidado aquella estación de tren donde Nicholas Bieber me dejó?
- ¡Basta! – gritó Justin, con fuerza, esta vez no tuvo reparo en querer apretar el gatillo del arma.
- ¿Has olvidado cuando te golpeé, porque eras el favorito de papá? – arqueando una ceja, Max miró a Justin fingiendo una ternura que luego pasó a convertirse en odio puro. – Mátame, y matarás a la única familia que te queda.
- Tú no… no… tú no eres…
- Mátame y matarás a la única persona que conoce donde he puesto la bomba que tenía tu querida hija.
+++
__________ y Travis corrían escaleras arriba. Chaz en cambio se había quedado cuidando a Emily, que tardaría en reaccionar por lo menos unos minutos.
Ambos se detuvieron al llegar al último piso, el número cuatro.
- No quiero que entres. – le ordenó Travis a __________.
- Debes estar bromeando. – le respondió una __________ furiosa.
- No sabes lo que puede haber ahí aden…
- ¿Crees que tengo tiempo para esto? No tengo una maldita idea de donde está mi hija, no sé si Justin está bien, mi mejor amiga está muriéndose y un jodido sicópata dice ser hermano de…
Travis abrió la boca.
- ¿Hermano de quién? – preguntó, mirando a _________ detenidamente.
- Larga historia.
- ¿Podrías dejar de resumir todo con esas palabras?
- Ahora no. – ella caminó decida, paso a paso hasta lograr observar la última puerta del pasillo totalmente derribada. – Joder… - exclamó. Imaginándose lo peor. – Es ahí.
Travis observó también la puerta derribada, supuso entonces que Justin estaba ahí. Antes de que ambos pudieran correr hacia aquella habitación, un disparo se escuchó desde ahí.
A ___________ se le enfrió el corazón.
+++
Justin cayó de rodillas.
- Estás mintiendo. – dijo después de haber disparado en el aire. – Tú no eres mi hermano.
- ¿Cómo explicas que sé que Nicholas fumaba siete cajetillas de cigarro al día? Que era un maldito drogadicto. Que te prefirió mil veces a ti antes que a su pobre hijo esquizofrénico. Que tanto tú, como él, se olvidaron de mí como si fuera una mierda.
Justin se quedó callado. De un momento a otro había perdido todas las fuerzas. En su mente solo rebosaba la última imagen que tenía de su hermano. Era tan diferente a todo lo que veía ahora. Ni siquiera podía recordarlo si es que Max no tocaba el tema. Su padre le había obligado a olvidarle a como dé lugar, le había prohibido si quiera mencionar la existencia de su hermano. Y ahora lo tenía al frente… después de tanto tiempo…
- ¿Te sientes acabado verdad? – Max caminó hasta colocarse frente a él. Justin sintió como las manos de Elisabeth le apretaban el brazo con fuerza. – Así me he sentido yo toda mi vida.
Con una fuerza brutal, Max clavó un rodillazo en el rostro de Justin. Haciéndolo gemir de dolor y tumbándolo sobre el suelo. Su boca se ensangrentó de inmediato y sus manos soltaron el arma debido a la fuerza utilizada por Max.
Elisabeth gimió.
En ese momento, ___________ apareció tras ellos, con ambos fusiles apuntando hacia Max. Travis hizo lo mismo.
- Vaya… ahora sí estamos completos. – Max soltó una carcajada.
____________ dio una mirada hacia Justin, que se retorcía sobre el suelo. Pudo abrir un poco los ojos y susurrar el nombre de __________ como un aliento suave que salía de su garganta. Y ella quiso abalanzarse sobre él. Quiso poder decirle que todo estaría bien, pero ni siquiera ella misma lo sabía. Tuvo que contenerse y no perder de vista a Max.
Por otro lado, Elisabeth corrió hacia ____________, abrazándola de la cintura.
- Has llegado justo a tiempo. Empezaba a contarle a Justin toda la verdad.
- Travis, sácala de aquí. – murmulló ella hacia su amigo. Travis alzó una ceja.
- No voy a dejarte, estás loca.
- Sácala de aquí, por favor. – rogó ella sin perder de vista a Max. – No puedo hacer esto si ella está aquí…
- Joder, ________... – se quejó Travis, apuntando todavía a Max con su arma. – No voy a…
- ¡Sácala de aquí ahora mismo! – gritó ella con fuerza. Y Travis no tuvo ninguna otra opción más que coger a Eli entre sus brazos y llevarla fuera de esa habitación.
- Gran estrategia. – le felicitó Max, una vez estando solos. - ¿Dónde has conseguido esas… - Max se quedó callado al observar que Justin se movía en el suelo e intentaba colocarse de pie. De inmediato le apuntó con el arma. – No te muevas o disparo.
Justin alzó ambas manos.
- También puedo hacer eso. - __________ ladeó la cabeza.
- Pero yo sí hablo en serio, muñeca. Da un solo paso, y acabo con tu vida así como tú hiciste con la mía. – le dijo a Justin una vez más.
- Deja que ____________ se vaya. – habló Justin, tan alto como para que _________ pudiera voltearse y casi empezara a discutir con él. – Me quieres a mí, ahora déjala a ella.
- Ya escuchaste, Peterson. – Max le sonrió. – Este asunto es de hermanos.
- No voy a irme de aquí. - _________ miró a Justin, casi tragándose sus propias lágrimas llenas de ira y desesperación. ¿Por qué demonios le pedía eso? – No voy a dejarte.
- ¡Solo vete! – gritó Justin, las venas marcadas en su garganta hicieron que ___________ se estremeciera. - ¡Lárgate! ¡Vamos, hazlo!
Las manos de ella temblaron, empezando a dudar si podía seguir teniendo aquellos fusiles entre sus dedos. Había perdido demasiadas fuerzas. Quiso hasta incluso llorar, pero no desistió, debía quedarse.
Mientras Max observaba a ________ con una sonrisa victoriosa en los labios, Justin aprovechó a moverse rápido y estiró su mano unos centímetros hasta donde su arma se encontraba. Y al hacerlo, dos disparos resonaron en la habitación.
Justin cayó de espaldas, recibiendo las balas sobre su brazo derecho. Golpeó su cabeza contra el suelo. Y sangró. Sangró. Y sangró. Sus ojos se nublaron de un momento a otro. No podía ver nada. Le dolía demasiado la cabeza. Trató de estabilizarse, pero solo pudo lograr ponerse peor. Sangraba más. Oh joder. Se había roto la cabeza. Logró saberlo al pasar sus dedos por la reciente herida.
Casi inconsciente, pudo ver a ___________ disparar a Max incontables veces. Patearle. Golpearle fuerte. Gritarle mil veces lo que había hecho con él. Y cuando fue suficiente para ella, envuelta en lágrimas, corrió hacia él y le besó la boca. Lo besó incontrolable, mientras las manos de ella también se llenaban de sangre.
“No te duermas”… susurró ella. O al menos eso pudo escuchar él, que la veía en medio de imágenes borrosas que apenas podía reconocer. Pero aquello no avanzaba. Empezaba más bien a retroceder.
“Justin, por favor… por favor no te duermas… ¡Travis! ¡Travis ayúdame!” gritó ella, desesperada. Su voz era eco en la mente de Justin. Trataba verdaderamente de no cerrar los ojos. De no perderla para siempre.
“Se ha golpeado… Dios mío, Justin…” ella gimió y volvió a besarlo, esta vez en la frente.
“No cierres los ojos, amigo” farfulló Travis, al verlo en el peor estado en el que jamás había estado nunca. “_________... ________ ¡Escúchame, tenemos que salir de aquí” le gritó. Ella no dejó de llorar. Gritaba y sollozaba sin conseguir alivio. “¡Escúchame, maldita sea!"
“¡NO PUEDO!” ella le respondió con un grito aún más fuerte. Se volvió hacia Justin, que sangraba sin detenimiento sobre sus manos. “Justin, estoy embarazada…” le dijo envuelta en lágrimas. Travis se quedó sin poder hablar. “Vamos, sé que me escuchas… tú… tú querías ver esto, por favor no te vayas ahora…” rogó. “¡No te vayas!”
Los ojos de Justin tambaleaban. Ahora mismo no podía ver nada que pudiera ayudarle. Lo último que pudo escuchar antes de cerrar los ojos por completo, fue a Chaz murmurar algo que no pudo entender, a Travis hablarle a __________, y a ella… haciendo que tocara su vientre.
“No te vayas, te lo suplico…”
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SIGUELAAAA YAAA !! ME ESTOY MURIENDO SOLO QUIERO QUE JUSTIN NO MUERA Y QUE EL Y PETERSON VIVAN FELICES PARA SIEMPRE !!
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