Mucho frío. Pero nada que él no pudiera resolver. La enredó entre sus brazos y la sacó del Mustang cargándola entre ellos.
- No mires. – le pidió. __________________ escondió su rostro en el pecho de Justin. Sin mentir, no había visto absolutamente nada en el camino. Quería mantener la intriga hasta el último minuto.
- ¿Dónde estamos? – le preguntó ansiosa.
- ¡Shhh! – bufó Justin. – no quiero que nadie escuche que estamos aquí… y que en los próximos minutos vamos a…
Las mejillas de _________________ enrojecieron. Su cuerpo entero se vio envuelto en un espasmo que le calentó hasta el alma. Mordió ligeramente sus labios. Lo único que podía sentir de todo eso, era el aire frío que corría por sus piernas descubiertas. Por suerte, se había quitado los tacones y los había dejado en el auto de Justin.
- Te va a gustar mucho gatita… - susurró él. ______________ apretó su cuello. Una pequeña y tonta sonrisa salió de sus labios totalmente imprevista. Poco a poco, fue sintiendo como Justin se desprendía de su cuerpo dejándolo sobre una base húmeda. Abrió los ojos y notó en donde se encontraba. Campo Marte. Soltó aire y miró a su alrededor. Tenía la torre Eiffel en frente suyo. La inmensidad de esta hizo que entreabriera los labios, totalmente sorprendida. A su alrededor, un inmenso jardín. Y a su lado, unos labios le besaban el cuello suavemente. Mordiéndoselo. – bonito…¿no? – le dijo. Ella asintió, aún sin encontrar palabras. La vista era maravillosa. El clima y él… lo eran. – dicen que las chicas sueñan con venir aquí.
- Eso dicen… - logró vocalizar ella.
- No fue difícil… ¿te ha gustado? – Justin enarcó una ceja tímidamente, esperando su respuesta. Mojó sus labios en la espera.
- Sí. – asintió ella. - ¿y es seguro? – se miraron. Justin no pudo evitar sonreír ante su pregunta.
- Nadie nos escuchará.
_______________ se rio fuertemente y se tumbó sobre el césped. Justin en cambio, solo decidió quedarse observándola. Lo bonita que era. Lo bonita que se veía cuando sonreía. Cuando sonreía para él. Cuando pestañeaba y suspiraba lentamente mientras seguramente pensaba… ¿en qué momento había pasado todo esto? De un momento a otro, estaban en Paris, frente a la torre Effiel… y eran otros… diferentes…
- ¿Y qué has aprendido? – preguntó él, acostándose a su lado. Pudo compartir la vista que ella tenía. Un cielo lleno de estrellas. Un aire frío en todo su cuerpo. Y el corazón latiendo duro, como siempre cuando ella estaba ahí.
- ¿Sobre qué? – inquirió ______________.
- En Tentation.
- Pues en dos semanas he aprendido más de lo que muchos…
- Vaya, que aplicada.
- Lo sé.
Ella sonrió y acercó su cabeza hacia el hombro de Justin. Se posicionó sobre ella. Justin giró la mirada. ______________ estaba jo.didamente preciosa esa noche…
- Yo solo aprendí a manejar armas ahí… y golpear, ya sabes… era triste, a Ryan siempre lo escogían como mi compañero. – una sonrisa seca. La imagen de su mejor amigo se le vino a la memoria. Pero unas pequeñas manos le acariciaron el hombro… - era un desastre. – sonrió. - ¿has aprendido francés?
- Algunas palabras…
- ¿Cómo cuáles?
- No lo sé…como… - giró el cuerpo y logró hacer que sus labios chocaran con la oreja de Justin. Susurró algo en su oído, excitándolo de una manera descomunal. – me faire l’amour… - dijo con un acento francés tan estremecedor y sensual.
- ¿A quién más le has dicho esa frase? – le
preguntó al tenerla cerca. Le acomodó el cabello.
- Solo a ti… - _________________se inclinó para besarla la boca. Y Justin no quiso ni pudo contenerse. Le besó la boca también. Pequeño. Pero poco a poco, colosal. Apretó fuertemente la nuca de ella, introduciendo su lengua y moviendo la de ella. Su erección empezó a palpitar entre sus pantalones. Jo.dido tiempo el que había pasado sin ella. Hacía que la necesitara más y más cada vez.
- Dímela de nuevo. – le dijo él. Se le separó un poco y logró quitarse la cazadora de cuero y después, sin esperar nada, la camiseta negra. Su torso quedó desnudo, pero ya no sentía frío, al contrario.
- Me faire l’amour… - le dijo ella una vez más tirada sobre el cesped. “Hazme el amor”. Una frase que había aprendido viendo una telenovela francesa. Observó atentamente como la lengua de Justin mojaba su propio labio inferior. Pero entonces… dejó de verla… y a él también. Se inclinó un poco, la oscuridad de la noche no le permitía verlo… pero entonces pudo entender que no era necesario mirar donde se encontraba, ella lo sentiría por sí sola. Y así lo hizo. La lengua de Justin tocó sus piernas suavemente. Recorriéndolas sin detenerse. Llegando así a la altura de sus muslos, y quiso hacerlo mejor, lamiendo hasta llegar a sus finas braguitas.
_______________ soltó un suspiro, todo su cuerpo se había puesto totalmente alerta.
- Hueles tan bien… - susurró él, ahora concentrado en su faena. Tragó saliva y posicionó sus manos en ambos muslos de ____________. Abriendo sus piernas y dándole paso a él para que se colocara entre ellas. Le subió la falda y sus dedos se encargaran de bajar sus braguitas. – Mnh…- gruñó. La espalda de ________________ se encorvó al sentir el contacto frío del ambiente con su feminidad. Esto iba a gustarle.
- ¡Más! – gritó ________________. - ¡oh sí, sí! – dijo desesperada una vez más. La lengua de Justin apretaba su clítoris, bombeándola de una manera impresionante. Y un poco más. Y más. Y más. Y no pararía. Cada vez era más intenso y especial. El hecho de saber que la excitaba de todas las formas, le hacía sentir que era imposible parar. – Ju…st…Justin… - logró decir ella, este subió la cabeza. – te qui…quie…ero a ti… - los ojos de __________________ apuntaron fijamente hacia sus pantalones y el bulto que adornaba este.
Y eso tendría. Se inclinó de nuevo para besar por última vez los labios vaginales de ella, haciéndola soltar un grito ahogado una vez más.
- Ven… - le llamó ella. – sigue, te necesito… - rogó. Justin sonrió completamente excitado al escuchar esas palabras. Pero una de sus manos le haría el favor antes. Esa noche quería hacerla experimentar absolutamente todo. – oh… - gimió _______________. El dedo índice de Justin se había introducido en su co.ño. Se movía lento y suave entre su clítoris. Ella encorvó la espalda una vez más. Y mientras metía un dedo más en ella, observó sus pantalones. Jo.der, reventarían en cualquier momento solo por el hecho de saber que tenían a ___________ ahí y aún no la habían fo.llado.
- Me pones tan duro. Muchísimo gatita. – le dijo. Sacó sus dedos, ahora húmedos, de entre la feminidad de __________________. – co.ño, que mojada estás. – se lamió los labios y sus ganas aumentaron aún más. – pero quiero que te mojes aún más… más…mucho más… - _____________ se mordió un labio. Se correría de solo escucharlo y aún más… al observar lo que hacía… Justin bajó la cremallera de su pantalón, haciendo lo mismo a la vez con el bóxer y liberando por fin su enorme erección. Se hizo espacio entre sus piernas y la miró fijamente a los ojos. Sabía que lo que venía… iba a ser mucho mejor… abrió sus piernas e introdujo rápidamente el glande en ella. _______________ cerró los ojos con fuerza y soltó un grito ahogado, aún podía soportarlo… pero no lo siguiente. Toda la polla de Justin se introdujo en ella sin previo aviso, fo.llándola duro, sin ningún motivo para retroceder. Justin endureció la mandíbula. – mier.da… - logró decir. – jo.der, esto es delicioso… - sacó toda su polla húmeda y la volvió a meter con fuerza entre el coño de __________________. Esta gritó fuertemente, a la misma vez que arañaba la espalda descubierta de Justin. Enredó sus piernas entre la cadera de él e hizo que la penetrara más intensamente, mientras leves movimientos de cadera ayudaban a bombearla con dureza. Más arriba, él le comía la boca, tratando de así calmar sus fuertes gritos. Lo que no pensaba era que probablemente él se uniría también a ellos al sentir ese exquisito apretón en todo el pe.ne. – sí…sí… - gimió. – jo.der _________________... te amo muchísimo… - le dijo y se inclinó sobre su cuerpo para hacérselo saber de una mejor manera. – gatita… - le dijo sin dejar de penetrarla. _________________ abrió los ojos sigilosamente. – mi amor…- le llamó él una vez más. Ella solo lo miró a los ojos. Se había quedado sin voz por unos cuantos segundos. – te has corrido en medio del campo marte… - le sonrió, y suavemente sacó su polla de la feminidad de ___________________. Esta suspiró lentamente. – mañana los turistas van a venir a tomarse fotos aquí. – le besó la boca. Ella también sonrió, uniéndose a sus risas. – sin saber que tú y yo hemos hecho el amor aquí.
- Y es mejor que no lo sepan… - susurró ella, enredando sus dedos entre el cabello dorado de Justin.
- Se excitarían si les digo que te lo he hecho aquí gatita… - sonrió Justin.
- Eres tan romántico…
- Gracias, siempre me esfuerzo.
Un beso más. Uno pequeño acompañado por un roce de pieles bajo ambos cuerpos. Justin volvió a excitarse al sentir las piernas de _____________ tocarle las suyas.
- Como me gusta saber que eres mía. – la miró a los ojos y acomodó otra vez un mechón de cabello que cubría su frente. – que te tengo… a pesar de todo…
- Siempre va a ser así.
Y se miraron una vez más. ¿Recordarían aquellas palabras después?...
- Te… te amo… y no sé porque, me gusta decírtelo siempre.
- Dímelo fuerte, que todo Paris te escuche.
- Igual no entenderían…
- Te conviene.
- Te amo…
- ¿Qué?
- ¡Te amo! – gritó él. - ¡TE AMO! – gritó una vez más, haciendo que _______________ sonría y le tape los labios con sus manos. – te amo… - le dijo ahora, con las manos rebuscando entre el estómago de su novia, haciéndole pequeñas cosquillas que hacían que ella se sobresalte y ría sin parar. - ¿Por qué esto te da gracia _______________? no bromeo. – dijo sin para de hacerla reír hasta el punto de hacer que lo golpee. – hey… - dijo defendiéndose. – te digo que te amo y me golpeas… genial, eres tan tierna.
- Estú.pido…
- Pegas fuerte eh, eso me pone. ¿Qué más sabes hacer? – levantó las cejas y se mordió un labio.
Las manos de ________________ apretaron sus hombros, haciendo que este se incline a la fuerza hacia a ella, pero mucho más cerca. Al punto de respirar cada uno en la boca del otro. Quería decirle algo. Algo que siempre había querido decirle, que deseaba contarle, y que supiera cuán importante era para ella.
- Gracias por aparecer en mi vida, tonto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario