lunes, 3 de junio de 2013

Capítulo 47

Paris. Madrugada. El cuarto que han rentado Chaz, Travis y Justin queda totalmente alejado de la ciudad misma. 

Chaz soltó otra carcajada más. A su lado, Travis fumaba un Derby sonriendo a la misma vez que dejaba salir el humo de entre su boca. Justin quiso abrazar a _____________ por la cintura, soltando una risita tonta de la misma forma al escuchar a sus amigos reírse de ella. La situación se le hacía muy graciosa y con mucha inocencia trató de abrazarla, pero ella, se acomodó en el sofá de tal manera que él no podría alcanzarla con los brazos. Estaba totalmente cabreada.

- ¿Y qué hacías? – Chaz levantó los hombros. - ¿tejías?

- Cállate. – volvió a decirle _________________. – todo esto es por tu culpa... – golpeó el abdomen de Justin con las manos. Este no pudo evitar reír con más fuerza al sentir el fuerte contacto de las manos de ella.

- Pero ellos me pidieron, nena… - susurró tratando de aliviar su enojo. ______________ se dedicó a ignorarlo.

- ¿Desde cuándo en Tentation aceptan tías? – logró preguntar Travis, después de haberse reído lo suficiente.

- Desde que se dieron cuenta que somos mejores que los tíos.

Los tres rieron.

- ¿Qué? - _______________ levantó los hombros y miró directamente a Justin, que dejó de reír al sentir los ojos __________(co) de ella sobre él.

- A le mejor y te dieron otro uso… - Chaz guiñó un ojo. Justin se puso alerta ante su comentario. - ¿para que querrían una chica en Tentation si no es para…

- No seas imbé.cil Chaz. – Justin se aclaró la garganta después de pronunciar aquellas últimas palabras. Se acomodó en el sofá e intentó alcanzar a su novia con las manos.

- ¿Y qué sabes hacer Peterson? – inquirió Travis, aún curioso.

- Mejores cosas…. – presumió y cruzó las piernas, inclinándose para quitarle un cigarrillo a Chaz de entre su bolsillo interior de su chaqueta de cuero. Hasta el mismo Travis se sorprendió, pero no quiso darlo a notar, sería como darle la victoria. Y ni siquiera mencionar a los demás, que observaban atentos como _______________ encendía el cigarrillo y lo colocaba en sus labios sin ninguna dificultad. – que los tres juntos. – dejó salir humo con rapidez y aspiró un poco más.

- No te creas Peterson, solo has estado dos semanas ahí. ¿Sabes cuánto tiempo estuve yo? – le retó Travis. – cinco años. – le sonrió, _______________ abrió los ojos y sonrió aun sintiéndose victoriosa. Algo que además había aprendido en Tentation, era a sentirse victoriosa todo el tiempo, sin ningún tipo de temor sino más bien soberbia. Tentation… o más bien, los que alguna vez habían pasado por ahí, siempre terminaban ganando.

- No me hace falta tanto tiempo para superarte.

- Justin contó que lo que haces es coquetearle a oficiales obesos… bonito trabajo Peterson. Así entonces yo podría tirarme a todas las cajeras del banco y ninguna diría nada al momento de robar.
________________ le dedicó otra mirada fatal a Justin. Pero este ya no sentía sus miradas de la misma manera. Estaba concentrado en otra cosa. En la discusión que ella estaba teniendo con Travis, y lo apartados que de pronto se encontraban Chaz y él de toda la conversación.

- Es más que eso. – ______________ dejó salir humo. – he aprendido rápido. No tengo tan experiencia, pero soy buena.

- Estás buena… que es diferente. - susurró Travis y mojó sus labios con delicadeza. _______________ negó con la cabeza, esperando con ansias un comentario de Justin ante lo que Travis había dicho. Pero este en cambio, solo lo dejó pasar… aunque su rostro, demostraba exactamente lo contrario. Hervía en celos. Probablemente muchos pensamientos nada amigables pasaban por su cabeza en ese momento.
Un silencio se abrió entre los cuatros desde aquel comentario. _______________ dejó el cigarrillo encima del cenicero, aún sin terminar de consumirlo. Pero Travis le ahorró la faena, cogió el mismo y lo colocó en sus labios, fumándolo y disfrutándolo como si se tratara de un beso de la misma __________________. Como si en vez de aquel cigarrillo, fueran los labios de _____________ los que estuviera presionando. Y Justin también pudo darse cuenta de lo mismo. ¿Pero qué co.ño estaba pasando entre los dos que él no estaba enterado? ¿Desde cuándo? Pero en cambio, también lo dejó pasar… de nuevo.

- Jo.der, son las doce. – se quejó Chaz, mirando la hora en su reloj de mano.

- No te quedes ahí sentado y muévete. – le ordenó Travis. Ambos se pusieron de pie. Esa noche tenían algunos planes antes de irse de Paris para siempre y dejar Tentation. Tal vez una salida y un romance fugaz con alguna francesa - ¿nos prestas el Mustang?

- Púdrete. – contestó Justin, de mala gana. ___________ sonrió por lo bajo.

- Jo.der Justin, solo por una noche. Tú ya te lo has pasado bien. Nos toca. – Chaz guiñó un ojo. ______________ se acomodó en el sofá disimuladamente al escuchar esas palabras. Recordar lo que había pasado hace unas horas… le erizaba la piel muchísimo. Le hacía sonrojarse. Como la antigua ______________. Como la que era, pero que de alguna manera había logrado camuflar de una manera sorprendente.

- Tomen un taxi. Mi auto es sagrado, sé que quieren tener sexo ahí por no pagar un jo.dido hotel de cuarta…

- ¡Justin! – le codeó __________________.

- Solo yo puedo tener sexo ahí…

_______________ cerró los ojos con fuerza y enrojeció ante su comentario. Sin darse cuenta, solo empeoraba las cosas y hacía que los demás dedujeran lo que Justin estaba tratando de decir.

- ¿Cómo fo.llas en un auto? – Chaz alzó los hombros. Tratando de convencer a Justin de que nunca se atrevería a hacerlo en su preciado auto.

- Tío…solo será por una noche. – pidió Travis una vez más. – jamás volveremos a Paris de nuevo…
Justin soltó aire y negó con la cabeza mientras se lo pensaba seriamente. Dentro de él, y no muy dentro, estaba aún cabreado por todas esas miradas y comentarios que habían compartido _____________ y Travis. Pero eso era asunto de ambos… ya lo solucionarían los dos a solas… y eso era justamente lo que quería, tener a ______________ a solas… así que sacó las llaves de su auto y las puso en bandeja.


***
- ¿A dónde crees que se vayan? - _________________ se muerde un labio. Levanta las cejas sutilmente y se imagina el destino de Chaz y Travis. 

- ¿Te importa mucho? – le cuestiono. Ella enarca una vez más las cejas, esta vez en un acto de sorpresa. 

- ¿Estás…bien? – pregunta sin saber si está diciendo lo correcto. Aquella camiseta mía le queda grande. Sensual. También trae unos pantaloncillos míos que le quedan anchos, en especial por la parte delantera. Me gusta tanto verla así. Recién duchada. Conmigo, por cierto.

- Dime tú. – le respondo y me acomodo en el sofá. Ahora ambos estamos en un extremo diferente. Ella frunce el ceño. – ahora fumas y hablas de Tentation como si te lo hubieras pasado de puta madre ahí… - ella susurra algo, intentado levantar la voz, pero le interrumpo. – y agregándole… - sonrío. – …¿desde cuanto tanto amor con Travis? – la miro a los ojos. Ella solo ha decidido mirarme sin ninguna expresión en su rostro. – lo he escuchado todo, no me creas estúpido.

- No tienes por qué hablarme así.

- ¿Te gusta él? – le pregunto con frialdad e ignorando completamente lo que acababa de decirme. Siento como si no me importara nada más. Solo lo que ella sintiera y por quién lo sintiera. Como si cada cosa hubiera desaparecido, y solo necesitara con ansias enterarme si aún ella está enamorada de mí. Y nada más importa. Absolutamente.

_______________ niega con la cabeza y suelta aire. Escucho un “eres imposible…” que susurra con sumo cuidado.

- Es uno de tus mejores amigos… - me contesta.

- Yo no voy a compartirte con nadie.

- Jo.der Justin. – se queja. Coloca sus manos sobre su rostro y lo cubre totalmente frustrada. ¡Mil veces mier.da! a mí y a mis malditos celos… me pongo nervioso. Siempre suelo estropear este tipo de momentos. - yo no soy nada tuyo. – concluye.

- Eres mi novia.

- A veces me gustaría que acabara ¿sabes? – me mira. Lo que acaba de decir, solo logra hacer que yo abra los ojos y me dé cuenta de cuanto estoy ca.gando lo mucho que he avanzado con ella. – estoy… - cierra los ojos y los vuelve a abrir tratando de encontrar las palabras exactas. – cansada… - me dice. – no te he visto desde hace dos jo.didas semanas… y lo único que haces es reclamarme desde entonces… porque siempre, siempre piensas en ti y solo en ti…

- Pienso más en ti que en mí. Y eso ya es mucho.

- Pues no quiero que sigas haciendo más esfuerzos por mí. Nunca te lo pedí.

- ¿Por qué no aceptas que has coqueteado con Travis? ¿te cuesta mucho?

- ¡Nunca lo hice! – grita. Esta vez está más frustrada que antes. Por un momento, logro encontrar de nuevo a la antigua __________________. Mi piel se eriza. Hace que me estremezca. Pero necesito una respuesta concreta antes de derretirme en sus labios.

- Ha cogido tu maldito cigarro y se lo ha puesto en la boca. – le digo. Aquella escena ha quedado marcada en mi memoria. – te ha dicho que estás buena, y tú no has dicho nada… ¿esperas que esté sonriendo ahora por eso? Por saber que ahora fumas y que te encanta Tentation, cuando hace unos meses ni siquiera querías saber de mí por eso… - los ojos se le llenaron de lágrimas. Y sí, era ella, desde aquel momento, empecé a ver a la misma de antes. Aquella que no temía llorar en frente de alguien y que enrojecía cada vez que le decía algo subido de tono. Mi _______________. – tú no eres esto. Lo sabes perfectamente. Odias el humo del cigarrillo… y fumas mal…

- Ya no más…

- No tienes que convertirte en esto _________________. No por mí o por ellos…

- Dos semanas te cambian mucho. – se limpia las lágrimas que han empezado a salir. Me gusta mucho verla así. No sé porque. Se ve tan tierna. Un instinto en mí se despierta y hace que quiera besarla hasta detener sus lágrimas. Que quiera hacerle el amor de una manera desenfrenada hasta escucharla dormirse entre mis brazos.

- Cinco años mucho más. – le respondo. – y tuve que conocerte a ti para entender por fin que debía cambiar. – le confieso. Y no es nada fácil. Al contrario, siento como mi rostro se pinta de rojo y los tonos de mi piel cambian de la misma manera.

______________ suelta aire. Parece entender ahora un poco más. Levanta la mirada, y traspasa la mía con sus ojos. Nos miramos sin decir nada. ¿Qué estás pensando gatita? Me gustaría saberlo.

- ¿Te molesta mucho que haya aprendido a fumar?

Sonrío. Su pregunta me hace sentir aún más cerca de la antigua _____________. A la dulce, a la tierna, a la inocente ________________. Porque aunque nadie pudiera creerme, dos semanas habían hecho a mi novia, una chica diferente. Con aires triunfadores. Con aires de poca humildad. Jo.der… no era ella. Y lo había podido reconocer desde el primer momento que había logrado verla y encontrarla en ese banco. El cual estaba robando. Con esa mini falda, que nunca antes la había visto usar. Los labios pintados, de un color que jamás había lucido. Y una actitud cambiante, que solo me hacía reflexionar, cuan enamorado estaba de la chica dulce e inocente que conocí. Cuan enamorado estaba, de mi opuesto.

- ¿Sabes? – le digo. Ella se coloca de rodillas sobre el sofá, y camina en la misma posición hasta el extremo en el que yo me encontraba. Coloca un cojín sobre mi regazo y se acuesta sobre él. Escabulle su rostro en mi abdomen. Logro sentir su respiración, lo cual hace que poco a poco la temperatura del lugar subiera. O al menos la mía, que ya se encontraba en otro estado. - ya acabó ¿vale?... Tentation ha muerto para los dos. – mis dedos se hunden en su delicado cabello. Se lo acaricio, ella cierra los ojos y se relaja. – ninguno de los dos volverá a ser parte de ellos. Vamos a empezar una nueva vida… ¿lo recuerdas?

Asiente con la cabeza y encoje sus piernas hasta abrazárselas con sus propios brazos.

- Quiero que todo vuelva a la normalidad. – continúo. Mi voz es tranquila. Los celos se me han pasado. No busco más explicaciones. No quiero más. – nuestra vida, nosotros… tú… yo… - retiro mis manos de entre su cabello, ella intenta sentarse de nuevo sobre el sofá. Y lo hace. Para esta vez, retirar el cojín que había colocado sobre mi regazo, y en vez de eso, sentarse ella sobre mí. Coloca su cabeza sobre mi hombro. Su olor me hace excitar muchísimo. Una erección instantánea se forma en mis pantalones, la siento, y trago saliva al notar que ______________ se ha sentado sobre ella. Mi instinto se amplía más, y al no poder resistirme… le besó suavemente el mentón. Mis labios los aprietan, besándoselo. Es lo primero que puedo alcanzar. Abro un poco más la boca, y logro tocar su mentón esta vez con la punta de mi lengua. _________________ sonríe.


- Basta… - me dice ahora, con una bonita sonrisa en los labios, al notar que empiezo a romper los límites. Mi lengua esta vez, ha tocado la suya, y no ha hecho más que calentarme. - Justin… - me dice una vez más y coloca sus pequeñas manos sobre mi pecho, separándome.

- Eres cruel. – le digo. Y lo pienso realmente así. 

- Te lo mereces. – me sonríe. Lo hago también, y me atrevo a acercarme a sus labios una vez más para continuar con lo mío. Pero vuelve a separarme con sus manos. – Ey. – me dice esta vez enarcando una ceja. Blanqueo los ojos y desvío la mirada. - ¿puedes explicarme que ha sido eso de tus celos con Travis?
Me rio fuertemente. Más de lo normal. Exagerando de una manera sarcástica. _______________ frunce el ceño sin entender nada.

- ¿Yo? ¿celos por Travis? ¿me has visto? – levanto las palmas y a la vez los hombros. _______________ blanquea los ojos y cruza los brazos.

- Creído.

- Digo la verdad nena. – coloco mis brazos sobre los filos del sofá, apoyándome en ellos, muy relajado.

- Vale… ¿entonces por qué todo ese reclamo?

- Ha sido porque no me gusta verte coquetear con otro.

- No estaba coqueteando.

- Lo hacías.

- Que no, Justin.

- Que sí, gatita.

Suspiras y acomoda su cabeza sobre mi pecho. De nuevo. Juntos. Tal vez está escuchando los latidos fuertes de mi corazón por su culpa misma. La noto sonreír, y empiezo a estremecerme, a la misma vez que empiezo a ponerme nervioso. Es la sensación más rara. Amo tenerla cerca, pero de la misma manera, solo hace que me coloque más tenso.

- No entiendo a las mujeres… - susurro despacio. Mientras mis dedos se deslizan perdiéndose en su cabello. Su olor llega a mis narices. Jo.der. Me gusta muchísimo.

- ¿Por qué? – susurra de la misma manera.

- Siempre dicen amar a los hombres celosos, pero cuando lo somos, nos odian.

- Pues no sé quién te haya dicho eso…

- ¿Las mujeres?

Mi mira y enarca una ceja. Creo que ha entendido mis palabras de otra manera.

- Vaya. Genial. Pues depende de con quién hayas estado.

- He estado con varias… - sonrío. A ___________ parece caerme realmente mal mis comentarios.

- Genial. – repite.

- ¿Estás celosa?

- No soy como tú.

- Vale.

- Pero eres muy tonto.

- ¿Estás celosa? – repito una vez más, esta vez con una sonrisa más amplia en mis labios. Ella me mira. Me provoca comerle la boca en ese instante. Como casi siempre. – porque si es así, a mí me encantan las mujeres celosas. – acomodo el cabello tras su oreja y dejo su cuello en bandeja para mí. Mis labios se pasan lentamente, besándoselo con prudencia. Debo ser fuerte. Suavemente, aprieto con delicadeza mis manos sobre su cintura. _______________ baja la cabeza y sonríe por lo bajo. Y una vez más sucede. Me encuentro de nuevo con la antigua ________________. Esa que me vuelve loco con una simple mirada. Que me pone muchísimo. Me doy cuenta, una vez más, de que los nuestro es totalmente loco. Que somos tan diferentes, pero tan iguales en el fondo. Que lo nuestro debería ser ilegal. Ilegal como una regla, que siempre hay alguien que quiere romper. En este caso, nosotros hemos roto las expectativas.

- Basta de celos ¿vale? – me dice de pronto.

- ¿Te lo dices a ti misma?

- A ti también tonto.

- Pero yo…

Me mira. Vale. Asiento. Ha ganado. También me he puesto un poco celoso. No tanto como dice ella, pero sí lo suficiente.

- ¿A dónde te gustaría huir? – le pregunto al notar que se acomoda sobre mis piernas.

- A donde tú quieras. – rodea mi rostro con sus manos y me besa los labios suavemente. Tan pequeño, que hace que mi cuerpo entero se erice.

- Al cielo… - le digo. Ella me sonríe. Pero yo lo pienso de otra manera.

Conozco varias formas de llevarte al cielo, gatita. Muchas. Solo debes elegir una, y estarás ahí.
Si quisieras, ahora mismo…

- Solo quiero… - suspira. – solo quiero estar contigo. – me mira a los ojos. Le entiendo. Siente lo mismo que yo. Solo quiere escaparse de la vida. Y lo único que puedo agradecer es que sea conmigo. – no importa lo que pase, solo quiero que estemos los dos… - me acerco a ella y le interrumpo besándole la boca. Ella me corresponde. Esos segundos, se convierten en los más importantes ahora. – y que sea para siempre.

- Lo será. – le digo. – prometo… - me quedo callado. Tengo las palabras en la boca, pero como siempre, me cuesta decírselo. – prometo que viviendo juntos todo saldrá bien. Que haré todo lo posible por no portarme como el imbé.cil que suelo ser casi siempre. - ________________ sonríe. Jo.der, mi piel se eriza de nuevo. Mañana, Chaz, Travis, _____________ y yo, nos iremos de Paris. El solo hecho de saber que desde entonces viviremos juntos… solos, me hace saber que las cosas en mí han cambiado para siempre. Que ella me ha cambiado, como nunca nadie lo hizo. – no voy a fallarte. Te lo prometo.

Y es más que una promesa. Yo no fallaría de nuevo como a la mayoría de personas a las que he conocido. No a ella. Esta era mi oportunidad perfecta para demostrarle que en verdad… puedo valer la pena. Más que una promesa, algo que me recordaría siempre… y que nunca olvidaría… sin saber, que los papeles cambiarían, y que sería ella… quién olvidaría aquella promesa.

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